May 19, 2019 News

Bravo: ¿Por qué $100 millones para el oeste?

El empresario que salió de Mayagüez, buscando una carrera como tenista en sus años de adolescente, hoy figura como una de los filántropos con mayores promesas para el oeste.

De Orlando Bravo se ha dicho mucho, pero no todo. Lo que falta, será puesto en evidencia por quienes reciban la ayuda que ha rometido traer a los empresarios del oeste, región en la que creció, se formó y de la que salió, para ahora regresar con las manos llenas con $100 millones para dar.

El socio administrador de Thoma Bravo, una firma de capital privado con sede en Estados Unidos, fundó Bravo Family Foundation, con la que viene a traer capital, conocimiento y conexiones a los empresarios del oeste.

¿Por qué $100 millones para el oeste?

“La Fundación yo la fundé cuando vino (el huracán) María, porque no estaba llegando ayuda a pueblos en el área oeste. Al tercer día vinimos de California a ayudar humanitariamente a varios pueblos. Estuvimos haciendo ayuda humanitaria por más tiempo del que creíamos y se nos abrieron los ojos a las oportunidades, ante la pobreza y muchas cosas en estos pueblos”, dijo Bravo en entrevista con La Isla Oeste, destacando que la desigualdad económica en Puerto Rico está entre las primeras a nivel mundial.

Recordamos que Orlando llegó junto a su hermano Alejandro tras el paso del ciclón bajo la iniciativa Ayudando a Puerto Rico durante la emergencia para asistir a municipios como Mayagüez, Lares y San Germán, incluyendo al Hospital La Concepción, que recibió pacientes de otros hospitales del área oeste que enfrentaron problemas de energía.

Fue así que decidió regresar a casa. Expandió la Fundación con la que ahora busca beneficiar a otros para levantar a Puerto Rico. “Tenemos una misión: Justicia Social”, puntualizó, temiendo que el índice de pobreza en la Isla aumente de un 44 porciento a un 60. “Queremos ayudar a crear una sociedad más justa, donde todos los jóvenes adultos tengan oportunidades reales de crecimiento personal y de desarrollo económico. Esa es nuestra misión”, acotó.

¿Cómo lograr esto? La Fundación tiene varios programas. Uno de estos es el Excepcional Community Leaders Program, donde apoyan a líderes de organizaciones sin fines de lucro para desarrollar sus empresas. Esta ayuda viene de parte del personal de la Fundación en aspectos técnicos, con subsidios y otros recursos.

Otro programa Rising Entrepreneurs Program, ayuda a jóvenes que quieren ser empresarios a montar sus negocios. “tenemos muchas cosas especiales en ese programa. Lo primero que tenemos es capital permanente”, afirmó, destacando que el fondo estará allí año tras año para adelantar capital sin pretender nada a cambio. “Será por filantropía. No vamos a agarrar parte del negocio ni nada de eso”, puntualizó.

Este programa se lanza este verano de 2019, dirigido a recién graduados y jóvenes empresarios que inician sus proyectos en el oeste de Puerto Rico. Los seleccionados recibirán una subvención inicial de $25 mil, con acceso a mentores y al centro de oficinas de Bravo con sede en Mayagüez, además de comprometerse con el currículo de 12 semanas. Detalles de los requisitos están en la página www.bravofamilyfoundation.org

De otra parte, dijo que la firma Thoma Bravo ha adquirido en los últimos 15 años, sobre 200 compañías en tecnología -equivalentes a $60 millones-, cuyos conocimientos se pondrán a disposición de la Fundación para que los jóvenes empresarios los tengan como recurso y referencia. De igual forma, se conectarán con el mundo a través de la Fundación. “Vamos a conectar a estos empresarios con la red que tenemos como negocio, de todos los inversionistas del mundo, de las compañías, consumidores y lo que sea”, dijo.

Se ha dicho que la Fundación abrirá convocatoria anualmente para seleccionar a 10 compañías, que pasarán a ser parte del programa de ayudas.

Con esto, Bravo apuesta a que el acceso a capital ya no sea un problema que limite al talento joven que sale de las universidades en el oeste, sobre todo a los egresados del Recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, de donde -afirma- sale lo mejor de lo mejor para el desarrollo de proyectos basados en tecnología, ciencia e ingeniería, entre otras cosas.

A estos, les instó a no desistir en sus proyectos, pues no importa cuántas veces hayan
llamado a una puerta, Bravo llegó para abrirla.

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