October 6, 2017 News

La diáspora es clave en la reconstrucción del país

Si alguna vez ha sido más que evidente que los puertorriqueños que se han marchado de la Isla no olvidan a su patria es justo ahora durante la emergencia provocada por el paso del huracán María por Puerto Rico.

Alo largo y ancho de todos los Estados Unidos y el mundo, los puertorriqueños han activado sus redes en espontáneos operativos solidarios de recogido de donativos y envío de ayudas a la Isla. Ellos son la prueba viva de que Puerto Rico es más que los 3.5 millones de habitantes de este pequeño archipiélago caribeño.

Puerto Rico está presente y activo en cada rincón del globo. Unos más visibles que otros, esa llamada diáspora ha dado gloria al país y puesto su nombre en alto. Tras la devastación causada por el poderoso huracán María, el pasado 21 de septiembre, las gestiones de ayuda de estos miles de puertorriqueños que viven fuera son motor crucial en la presente lucha para reconstruir el país.

Celebridades del deporte, del arte y del espectáculo han puesto su fama al servicio de esfuerzos para recabar y traer ayudas para los damnificados. Entre ellos, Jorge Posada, el exreceptor de los Yankees de Nueva York en las Grandes Ligas, quien ha realizado al menos tres viajes con abastecimientos para repartir a través de la iniciativa Unidos por Puerto Rico.

Como Jorge y su esposa Laura, el estelar receptor Iván Rodríguez, recién exaltado al Salón de la Fama del Béisbol, ha traído más de una decena de contenedores con ayudas.

A ellos se suman Carlos Beltrán, Bernie Williams, Roberto Alomar, Carlos Arroyo, Ricky Martin, Luis Fonsi, Lin Manuel Miranda, Benicio del Toro, Jeniffer López, Marc Anthony, Chayanne, Nicky Jam, quienes de alguna forma han atraído la atención estadounidense e internacional hacia las necesidades apremiantes en Puerto Rico tras el azote del huracán.

La lista continúa con muchos nombres que no escuchamos antes y tantos otros que no llegaremos a conocer, pero que están igual de comprometidos con la misión común de levantar a Puerto Rico.

En ciudades por todos los Estados Unidos, sindicatos, grupos de amigos, dueños de restaurantes, funcionarios de gobiernos municipales, estatales, congresistas, han dicho presente a los suyos. Por mencionar algunos, en Washington D.C., la comunidad boricua llenó cuatro camiones con unas 78,000 libras de suministros que se integrarán a la campaña Unidos por Puerto Rico.

El grupo sin fines de lucro Friends of Puerto Rico comenzó una campaña de recaudación de fondos que beneficiará a diez centros Boy’s & Girls Club en la Isla. Los hermanos Alejandro y Orlando Bravo, que establecieron hace dos años la Bravo Family Foundation, con sede en California, no lo pensaron dos veces para traer una avioneta cargada con provisiones que distribuyeron personalmente.

En Pensilvania, el estudiante puertorriqueño José Diego Toro activó una campaña en el portal GoFundMe.com para recaudar $10,000 para ayudar a los damnificados. Enseguida se sumaron otros estudiantes boricuas en más de un centenar de universidades de Estados Unidos, constituidos bajo el nombre de Students for Puerto Rico. Ya habían superado los $160,000. Solo en ese portal hay más de 30 campañas con el fin de socorrer a los damnificados en Puerto Rico.

Más boricuas han establecido decenas de centros de acopio conocidos en Florida, Ohio, Texas, Virginia, Nueva York, Illinois, Pensilvania. Y aunque no trasciendan todos, con certeza debe haber un centro de acopio en cada estado.

La mano extendida de la diáspora no se ha limitado a recoger, enviar o traer las ayudas a la Isla. Muchos grupos han redoblado su cabildeo para procurar que el gobierno federal responda de forma rápida, efectiva y sostenida ante la magnitud del desastre y los esfuerzos de reconstrucción, justo en el más serio periodo de precariedad fiscal que el país ha tenido en décadas.

A todos ellos, gracias. Hoy más que nunca, Puerto Rico los abraza con orgullo.